Somos dos Ingenieros Sanitarios, profundamente convencidos de que las pequeñas acciones generan grandes cambios. Nuestra motivación surgió al ver la creciente problemática del consumo desmedido, lo que nos impulsó a crear un espacio donde la sostenibilidad sea una prioridad. Nuestro propósito es inspirar a otros a tomar decisiones más responsables, mientras recordamos la belleza y riqueza de la fauna y flora de nuestro país
Su caparazón en forma de corazón latía al ritmo de las corrientes. Transportaba vida en sus viajes, oxigenando corales con cada respiración. La llamaron así porque, sin ella, el mar perdería su pulso.
Tucán pechiblanco, sembrador de bosques
Su pico colorido no era para lucir: recogía semillas olvidadas y las esparcía en su vuelo. Cada fruto caído era un nuevo árbol. Sin él, la tierra no recordaría cómo renacer.
Jaguar, guardián ancestral
Sus ojos dorados vigilaban la noche. Cazaba solo lo necesario, equilibrando presas y plantas. Las culturas antiguas lo nombraron así porque, donde él rugía, el bosque respiraba en paz.
Oso andino, protector del páramo
Sus patas gruesas cavaban surcos donde el agua se escondía. Al beber, regaba los musgos que guardaban la humedad. Lo llaman “cuidador” porque, sin su ternura, el páramo se secaría de nostalgia.